Un convivio a distancia.
Si hiciéramos un libro de anécdotas, aún excluyendo la gran cantidad de aventuras perdidas por maltratar nuestra memoria, pudiéramos escribir un almanaque. Hoy escribo aqui por primera vez acerca de ellas, mis amigas, unas cosas hermosas que conocí en Guate.
Debo aceptar que rara vez me he sentido guatemalteca, la Chera es la Chera y nació 2 veces perfecta: Salvadoreña y Salvadoreña. 😉
Antes de mudarme a Guatemala, mi abuelita me dijo – Tené cuidado con los chapines, esos son de sangre azul y rara vez te dejan entrar en sus casas- El día de hoy, una noche bastante nostálgica en Milán después hablar con ellas por skype, he de revelar que me siento tan guatemalteca como salvadoreña.
No solo conocí a unas chapinas increíbles y bastante particulares, sino que tuve la oportunidad de echarme mas de una buena carcajada con cada una de sus hermosas familias, desde ponerle apodos raperos a doña Magda, degustar el chirmol especial picante de doña Marta, recibir los insultos de Doña Sarita porque su nieta fuma, los inofensivos sustos de Don Cesar, hasta llegar a dudar del hecho que los papás de la Anita no usan sabanas porque se lo donan todo al Opus.
Nos vimos por primera vez un 3 de enero del 2005, en el bastante afamado propedéutico. Me parece impresionante pensar que después de dos semanas, tuve un ataque de pánico porque no tenía idea de que hacer en matemáticas y sino es porque tuve una suerte increíble, no logro ni empezar arquitectura. Todavía no puedo creer que ya cerramos muchá! Mas de una noche pensamos que todo estaba perdido, jajaja (la mona lo pensó más de una vez)
Puedo asegurar que la mayoría de las que estábamos ahí no teníamos gran idea de lo que queríamos en la vida y mucho menos lo que estábamos estudiando, eso lo descubrimos unos meses después cuando ‘me cambió todo en la última crítica él muy buena onda vos’, o cuando llorábamos porque ctrl-z ya no daba para más.
No sabíamos quienes éramos, ni nos importaba. Lo único que nos preocupaba era sobrevivir las clases de felix cad, conseguir prismacolor, tener un buen CD para bailar en el carro (en nuestros carritos estilo cherry QQ) y por supuesto preguntarle a la Sofi que buen plan había para el fin de semana… (o para hoy)
Nos seguimos tratando con la emoción del primer día, aquellos días en que nos volvimos hermanas a través de proyectos y de idas al Puerto bailando el alacrán. Aprovecho este recuerdo para agradecerle al papá de la Raca, a quien yo en especial, le debo especiales disculpas por ser la peor mentirosa del mundo al asegurarle que la condición de mi cara en la mañana se debía a un ‘sueño acumulado’.
Ahora, pareciera que cada quien pasa por mas de una crisis existencial, preocupadas por el mañana… tal vez yo me destaco en este particular aspecto, lo bueno es que me emocionó más de lo que me preocupo. Sino da miedo es que no vale la pena 🙂
Nos ha llegado la hora de escoger otras categorías en la vida. No solo las categorías de por si son difíciles, sino que en nuestros países cobran una gran importancia. Ya me gradué, ahora donde trabajo, donde vivo, con quien me caso… cual prismacolor ni que bayuncadas, cosas serias muchá! jajaja
Hablar con mis amigas, mis mejores amigas, es algo que hacemos poco. Creo que lo hago muy poco, comparado con cuanto las extraño y necesito. Creo que ellas también lo hacen muy poco, pues siempre me mencionan lo poco que se ven, a parte de unos buenos chambres que llegan de vez en cuando. Es normal, cada una tiene su caminito y quiere ganas irlo construyendo. A veces siento que el mío se aleja un poco de los de ellas, pero solo así realizamos que al final es una amistad campeona, no sólo porque nos amamos, sino porqué el grado de demencia psicológica no afecta en nada el grado de cariño que nos tenemos. United colors.
La frase de mi abuelita no terminó ahí, pues al final dijo, -eso sí cuando un chapín te abre su casa y su corazón ya no salís-. Entre el hecho que una me enseña cuanto puede extender sus orificios nasales y la otra que no me puede ver por tantas lagrimas en los ojos, solo me doy cuenta una vez más que mi abuelita tenía un poco de razón. Un besote niñas! Gracias por hacerme adoptar otra nacionalidad! Y feliz navidad (un poco atrasada)
amo nedero notebook 